Gabriela De Cicco, AWID
28 de octubre de 2005
Mañana muy gris. Hoy el movimiento parece más lento. Las mujeres van llegando despacio desde los otros hoteles, o bajando desde sus habitaciones en este hotel.
El susurro va creciendo y todas quieren saber ¿de qué se trata el cambio que nos rodea?.
Fragmentos de discusiones se van filtrando en muchos idiomas, muchos debates se van produciendo alrededor de la pobreza, la globalización, el uso de las nuevas tecnologías, la diversidad sexual.
Me llama mucho la atención como se van multiplicando, mientras pasa el día, los diferentes caucus, los diferentes grupos de mujeres que se reúnen en las escaleras, en el lobby, para poder planificar sus actividades, poder planear una campaña, identificar debates que estén surgiendo como interesantes.
De fondo y atrvés de los ventales, el río sirve como una cinta mágica que trae activistas desde la otra orilla de Bangkok.
Van y vienen, y ya algunas se están preparando para la fiesta de esta noche. Quieren estar cómodas, distendidas, felices. El activismo también puede y debe ser parte de una celebración de la vida.
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